Cómo utilizar la psicología inversa para influir en los demás, aunque no es lo más ético

Aunque en general no se tenga del todo claro si existe realmente la psicología inversa o es una mera expresión, sí existe. Ya en el título de este artículo he usado la psicología inversa: primero te doy acceso, te la presento y después básicamente te digo que «no la utilices».

Existe una actitud y una tendencia conductual en algunas personas a hacer justo lo contrario de lo que se les dice, y es que es algo que «les sale de dentro», es un impulso muy fuerte de enfrentarse, imponerse, posicionarse, es un deseo de averiguar o hacer cuando algo se nos prohíbe. Es una reacción emocional cuando sentimos que se nos impone, se nos limita...y reaccionamos incluso radicalizando nuestros puntos de vista y lo que hacemos. Es lo que los psicólogos llamamos reactancia o personas «reactivas»

Viendo estas reacciones en los otros y teniendo inteligencia y habilidad para aprovecharlas, podemos convertirla en técnica que nosotros en psicología llamamos «intención paradójica» y que suele funcionar cuando antes otras técnicas de influencia psicológica, no han funcionado.

Es evidentemente una técnica de persuasión y de manipulacióndel otro sin que el otro sea consciente de ello y a veces también sin ser conscientes de que nossotros mismos la estamos utilizando. Es intentar conseguir en el otro lo contrario de lo que justamente le estamos sugiriendo.

Digo que no es lo más ético porque a veces esto se usa para manipular fraudulentamente en anuncios de productos para comprar y como digo ahora después en los sentimientos. Por ejemplo en el amor, cómo influirá en el comportamiento de una persona reactiva el sentirse ignorado por alguien a quien quiere conquistar? Cuando alguien pasa del otro, si se es reactivo, el otro se empeñará aún más.

Haciendo referencia a un artículo anterior que hice sobre la manipulación a través de whatsapp,..... no contestar, dejar en visto,....es realmente algo que manipula a la persona más implicada emocionalmente y que roza el maltrato psicológico cuando se hace de manera intencionada.

Cuanto más limitados nos veamos en nuestra libertad conductual y emocional, más reactivos seremos y más influenciables por la psicología inversa. Lo mejor sería utilizar habilidades sociales y la comunicación para sugerir cambios comportamentales en otras personas. Que manifestamos abiertamente nuestros deseos y que los otros sean conscientes de nuestras necesidades y preferencias, y que libremente y no por coacción indirecta, esas personas decidan con su voluntad racional y no con su emocionalidad defensiva, si acceden o no a nuestras peticiones.

A nivel de conductas desadaptadas en niños, sí que se utiliza bastante la psicología inversa, cuando el razonamiento lógico con ellos no sirve y ya desde que les hablamos de un tema y sin pedirles nada, están poniéndose a la defensiva. En adolescentes con conductas retadoras, en niños que siempre llevan un «no» por delante. También se usa en personas orgullosas y que necesitan sentir que tienen el control y mando por encima de lo que sea.

¿Cómo vemos conductualmente la reactancia, cómo sabemos qué personas son reactivas?

-Hacen lo contrario de lo que se les dice, así porque sí, para imponerse ellos.

-Si no pueden hacer lo contrario en esa situación, , buscan una forma de darnos en las narices, no haciendo otra cosa que saben que nos agrada, en ese o en otro momento cercano.

-Si también por narices, sin convencimiento , acatan la «orden», se encargan de hacernos saber lo que nos odian….

Hay muchas formas de hacer psicología inversa, pero que habría que valorar desde fuera si se está haciendo bien y si la técnica elegida es la óptima para lo que queremos conseguir y para la persona a la que queremos influir: Creando misterio, provocando, prohibiendo unas cosas pero dando otras alternativas, aparentemente dar la razón, prohibir algo y acto seguido con el mismo tono cambiar de opinión porque crearía extrañeza…. en fin, y más.

Antes de usar la psicología inversa, debemos estar absolutamente seguros de que obtendremos lo que buscamos, de que haciendo planteamiento estratégicamente contrarios conseguiremos el cambio, porque si no, podría convertirse en una forma de refuerzo que haría que la situación se nos fuese absolutamente de las manos y empeorase multiplicada por 1000, sobre todo si el otro se da cuenta de que está intentando ser manipulado, porque ahí está su reactancia y consecuencias cuando ve que queremos influirle o anularle.

Artículo en el ABC

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