Atrapados en nuestras propias emociones


La vida es la que manda, ¡así es! Te guste o no, te lo esperes o no…

Y aquí estamos todos sometidos a sus 'antojos' de ahora sí, ahora no, de ahora esto, ahora lo otro. Y siempre hay alguien, menos mal , que saca la cabecita de la 'realidad deseada' que vivimos casi todos y pisa fuerte y ve que esto es otra cosa, que la vida es lo bonita que tú quieras hacerla y plantearla, y también imaginarla. Pero sobre todo es lo bonita que quieras disfrutarla, en cada minuto, en cada segundo que respiras… porque estás vivo.

 Ahora, un ahora en mayúsculas, nos abre los ojos del miedo, de lo perdido, de lo anhelado, de lo aún posible pero incierto, de lo que siempre estuvo en el deseo para después y el después es ahora... o poco después. Practicamos últimamente  con demasiada frecuencia al repaso de lo pasado y lo anhelamos, y ahora hasta lo modificamos y perfeccionamos en la imaginación. Oye, qué bien que podemos hacerlo, vernos completando lo que desde el ahora vemos de otra manera. Aunque mira, no te critiques por lo inconcluso, no seas duro contigo mismo, que en ese momento eso era y fue así, como lo creías. 

Sonríe, no te critiques por lo que desde este tú de ahora ves que debería haber sido entonces de otra forma. No, no, refuérzate. Ponte las estrellas porque ahora eres MÁS, sí o sí,  gracias a ti mismo. No repases mentalmente lo que has perdido, lo que no has conseguido, no te martirices con lo que pudo ser y no pudo ser y con lo que incluso aún puede ser….no te imagines en pasado si no es para sonreírte por todos tus logros, bondades, aprendizajes, mejoras emocionales, sobre todo que tienes ahora, repito, gracias a ti mismo.

¡Cuándo nos hubiésemos imaginado en una actitud tan introspectiva como ahora! Así, sin pensarlo. Pero es increíble, sin forzarlo, los minutos y horas que nos pasamos viendo mentalmente a personas, situaciones y emociones al detalle. Increíble cómo nos sentimos cercanos sin darnos cuenta y más sensibles con ciertas personas y cómo echamos de menos a otras dando por hecho que están perdidas o lejanas. Pero NO, AHORA lo auténtico y dormido se está despertando y manifestando, se está deseando, se está magnificando y se está también disfrutando si es que lo tienes cerca. Todo cobra más valor y más luz. Todo lo que sin racionalizar sentimos como BONITO, placentero a los sentidos y a las emociones, ¡reaparece!

Sentimos que todo lo que ES, ahora es más y que lo que no debía estar, ahora desaparece por completo. A veces tenemos la suerte de ser auténticos con nosotros mismos, de querernos un poquito más, de pararnos en la carrera de cada día programado. Ahora creo que lo mínimo cobra una esencia multiplicada... y es que SOLO EXISTE AHORA, nos guste o no y lo digamos así superficialmente y sin creernoslo del todo. Solo existe este preciso momento en el que estás leyéndome y en el que espero estar despertándote el lado más vivo y magnífico de ti.

No es egoísmo seleccionar lo bueno para nosotros y descartar lo que nos hace daño. Sí, así debiera ser siempre aunque siempre también esté de fondo la norma moral, la voz de la culpa, el “no debería” y hasta el “y si...”

¿A qué estamos esperando para ser más honestos con nosotros mismos emocionalmente? ¿Qué más desgracias necesitamos para abrir los ojos y ver que hoy hemos disfrutamos con tales cositas y que mañana seguro que tendrá un aliciente mínimo, el que tú sepas encontrar en un perfume, una imagen agradable, un sabor disfrutado sin distracciones, una imagen mental creada o recordada, pero de ésas que te iluminan de arriba a abajo y te ponen esa carita dulce?

Lo mínimo accesible, lo que no hay que comprar, lo que no hay que esperar a que pase, lo que tienes ahí delante... es lo que ahora, instantáneamente puede hacerte feliz. Sin comillas. Porque solo tú contigo mismo puedes ser la persona más tranquila y disfrutona que nunca te hubiese imaginado. Desear, esperar, programar... solo te despistan de este momento magnífico en el que por ejemplo yo, estoy disfrutando muchísimo mientras escribo lo que siento y practico.

Así que mira a tu alrededor y sin necesidad de nada ni nadie, respira, aparca los problemas y percibe lo que siempre ha estado a tu alcance y siempre has pasado por alto.

¡¡Yo voy a cerrar el ordenador y haré lo mismo!!

Ana M. Ángel Esteban es psicóloga clínica y sexóloga.

 

Consulta en Toledo y online. Teléfono 615224680.


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