El maltrato psicológico: lo que algunos jueces y la sociedad no ven
No voy a escribir sobre las mujeres maltratadas sino sobre las personas maltratadas, que aunque en general son más mujeres, también hay hombres que lo sufren. Algo tan presente y tan poco visto, tan poco creído y muchísimas veces ocultado por vergüenza, por miedo a las reacciones del otro, de la sociedad, por miedo a dar el paso de pararlo, por miedo a separarse claro, miedo a denunciarlo por las consecuencias para uno mismo... algo tan tan presente que anula tu vida y a tu persona para siempre, humillándose a uno mismo...ahí está. ¡Tremendo!
Escribo sobre este tema a raíz de un programa de televisión del domingo pasado y que sigue en éste, donde Rocío Carrasco cuenta su experiencia en su matrimonio, y que por el contenido y como psicóloga perito judicial forense que soy, me interesó mucho ver.
Sus caras, sus gestos, sus tonos de voz con según qué contenidos, sus posturas, su mirada, sus manos y sus silencios me dijeron muchas cosas. Una mujer más contando sus vivencias (ésta públicamente) y cuántas al verlo se movilizarían e incluso evitarían ver. Una persona realmente maltratada psicológicamente se siente mal, muy mal al ver reproducido su sufrimiento. Ese es el trauma que se mantiene durante mucho tiempo al ver, sentir o escuchar algo que a ti te ha creado ese malestar mantenido, y que cuesta años reparar.
He oído y visto «unas cuantas veces» en mi consulta y en peritajes psicológicos y de alguna otra manera, estos testimonios, estos sentimientos tan desgarradores.…
Para valorar estas situaciones, al hacer un peritaje forense y para ver el grado del trauma, los psicólogos no solo utilizamos las entrevistas y sesiones de evaluación y tratamiento, sino que además para verter un diagnóstico y una «opinión» objetiva usamos test de personalidad, test de estrés postraumático (medios objetivos de valoración en psicología) que son como el análisis de sangre de esa persona que tenemos delante.
Además de nuestra formación, experiencia profesional y a veces también personal (que ayuda muchísimo), los psicólogos no somos alguien a quienes como muchos dicen, «nos han venido a soltar una película que es todo mentira y nos la tragamos». Noooooo, como he dicho antes, el lenguaje no verbal que acompaña al contenido expresado con el lenguaje, para nosotros los psicólogos es muy importante. Se trata de un porcentaje muy alto de información que es muy difícil de controlar ni entrenar para convencer de una mentira de este tipo y calibre. Muchas mujeres insisten una y otra vez cuando vienen y nos dicen: «No me vas a creer», «estoy cansada ya de esto, no me vas a creer». Pero mentir tiene muchos componentes conscientes e inconscientes que vemos. Algunas cosas son entrenables, pero otras no. Hablo desde mi experiencia, claro, y no es tan fácil…
También me he encontrado con mujeres que abiertamente me han expresado su intención de «joderle» con una denuncia falsa por maltrato... y, por supuesto, he dejado de verlas porque las hay, sí.
Pero entrando en materia, ¿qué es lo que siente, sufre o escucha una persona maltratada? Voy a hablar de mujeres por ser lo más habitual, muchas más. No hay una personalidad específica que se libre de la manipulación de un maltratador. Tener sentimientos por esa otra persona hace que seas susceptible, que no veas nada el maltrato o que dudes de ello. Ser abierta, extrovertida o brava no te libra de ser maltratada. Estás con una de estas personas manipuladoras y con el tiempo empiezas a sentirte mal, muy mal y hasta culpable de que él te hable así y de cómo te dice que se siente, por tu culpa....
El maltratador sabe de tu vulnerabilidad emocional, sabe que le quieres, lo sabe todo de ti, tiene miedo a ser dejado porque contigo tiene un «chollo« para ser «más» él, para ser el rey, para desahogarse de sus traumas y complejos (no te cuenta sus problemas, no, siente que no eres lo suficiente para él) solo se libera despreciándote porque eres su sumisa, su «mujercita», a la que exhibe a veces como un trofeo, como una propiedad, como «mira, es mía», sobre todo cuando ve que desde fuera te valoran y te halagan... y a él, por tenerte.
Una mujer sólo es capaz de ver el maltrato y de salir de ahí cuando su cuerpo tiene tanta ansiedad que se manifiesta en forma de síntomas físicos: taquicardia, miedos múltiples, temblor al verle, incapacidad real de hablar, opinar, insomnio, dolor muscular... y cuando psicológicamente estás tan en indefensión, tan sin la posibilidad de ver una salida, una luz, que no puedes aguantar más y decides que ya no más, pero sólo las más valientes lo hacen. El dinero, la vergüenza, la posición social, no tener un trabajo, la religión y el concepto del matrimonio son un sin fin de razones que a muchas les hacen seguir ahí, consintiendo que un psicótico destroce su vida. ¡Nooooo!
Él quiere ser Dios y tú contribuyes a ello.
Nadie, absolutamente nadie se libra de caer en esto si tiene sentimientos. La formación que tengas, la inteligencia o la profesión nada tienen que ver con tu forma de ser sensible, protectora, empática y no te libras de entrar en ese círculo malvado de tu pareja «enferma» si caes con uno de estos maltratadores. Si encima te verbaliza ya desde el primer momento su malestar psicológico, sus complejos, sus dificultades y si eres sensible y empática, repito, entonces ahí empieza tu perdición de empezar a protegerle, resolverle, liberarle, agradarle, mejorar cada uno de sus días y ahí ya empieza también él a conocerte y a atraparte psicológicamente. Es algo complicado de ver y más para quien está metida en un rol de responsable del bienestar emocional del otro… y le ayudas, y le ayudas, y le consientes, y le relativizas, y… todo para y por él.
¿Hay mujeres exentas de sufrir maltrato?: no. por lo que antes he dicho, los sentimientos ya empiezan a someterte.
Las juezas pueden ser, y son algunas, mujeres maltratadas, las abogadas pueden ser mujeres maltratadas, las psicólogas pueden ser mujeres maltratadas, por supuesto….cualquier buena persona va a ser víctima de maltrato psicológico si se enamora de un psicópata integrado.
¿Cómo son los maltratadores? ¿Cómo son los psicópatas integrados? Son siempre aparentemente amables, correctos, a veces, tímidos y, a veces, raritos, pero que siempre debido a su posición social o a su trabajo, te dejarás influir y te convencerás, por el esquema de que los buenos profesionales y amables no pueden ser maltratadores…. y te equivocas. Una cosa es lo qué hacen y cómo lo hacen en sus trabajos, con personas ajenas, y a quienes están interesados por su baja autoestima siempre en darles buena impresión, y otra cosa es cuando entran a casa. Son esos de los que nunca vas a pensar que son uno de esos. ¡Jamás! Pueden ser un médico, un ejecutivo o un abogado. Alguien que no es empático, que es egoísta y psicológicamente desadaptado.
Y para quienes vivan con ellos aún o tenga relaciones con ellos aún, voy a hacer descripciones de lo que hacen para intentar que quienes aún siguen ahí sin ver a su maltratador, abran de una vez los ojos, dejen de humillarse y salgan de ahí corriendo, sin miedo. Nada fuera puede ser peor.
Psicológicamente suelen ser fríos, dominantes, calculadores, posesivos, desconfiados, victimistas, con muy baja autoestima, necesidad de reconocimiento social, les interesa mucho el dinero, necesitan el control de lo que les rodea incluida a ti: con quien hablas, donde estás, mejor te lleva él donde sea, no te valora, ni mucho menos te admira cuando hasta lo hacen los demás, siente envidia de tus logros y eso no lo soportan y aumentan las dosis de menosprecio para hacerte chiquita y devolverte a tu lugar de sumisión; dejas de ser tú, dejas de ser espontánea y mides tus palabras por miedo a que se enfade, le haces constantes cariñitos y mimitos para que te sonría y esté tranquilo, le das justificaciones de todo lo que haces, incluso, sin que te las pida para que no desconfíe porque ya otras veces te la monta sin esperarlo; le das explicaciones innecesarias para que no te malinterprete... Es imprevisible, no es estable en sus comportamientos, no puedes anticiparle, unas veces se ríe con cosas con las que otras veces se enfada; te juzga continuamente, te corrige, te limita en tus relaciones sociales, tus amigas y sus maridos «son insoportables», dice; siempre lleva razón, siempre prioriza lo que a él le interesa y si alguna vez te atreves a proponerle otra cosa, te dice egoísta; te hace regalos que a él le gustan, todos tus planes tienen que girar en torno a los suyos, ves que ya ni opinas, ni hablas, anticipando una mala cara o un desprecio... pero te esfuerzas en seguir cuidándole física y emocionalmente para evitar problemas. Le hablas y no te contesta, ni te mira. Le preguntas constantemente antes de hacer algo, y es que le estás pidiendo permiso sin darte cuenta constantemente también.
Te controla el móvil y el ordenador diciéndote que si es tu marido debe saber tus contraseñas y no debes tener ningún secreto para él. Si le preguntas ¿qué haces? te dice que si no confías en él, ¡qué vergüenza!, te repite.
No cuenta contigo para cosas que a él le interesan, «por si acaso» te cruzas en sus planes; te excluye de información que él quiere controlar, el dinero «es suyo», te confunde y te hace sentir culpable, te vuelve la tortilla y te hace sentir culpable, la culpa está siempre presente, y te hace sentir la responsable de sus malestares y entonces tú le pides perdón por cosas que no acaba de entender, una y otra vez, y te humillas, y ya le has abierto todas las puertas para ser nada a sus pies. Y empiezas a sentir tal angustia ya que ni con medicación puedes controlar.
Llega un momento de tal malestar que si te planteas un psicólogo para que te ayude, para que te ayude también a preocuparte más por él, incluso. Ahí es cuando él tiene miedo a que el profesional le descubra y te diga con el ser diabólico con el que estás. Cabe la posibilidad de que tu maltratador vaya al psicólogo para intentar convencerle de que es ella, tú, la que estás mal o se niegue a ir diciendo que él no está loco.
Y empiezan, las amenazas por miedo a que le dejes: «Eres una mierda, sin mi no eres nadie, te vas a enterar, mírate, me das pena, nadie te va a creer»
Pero te atreves a ir, por fin,, a contar tu malestar y te abren los ojos, te ayudan, te alientan, te dirigen, y ahora ya depende de ti ser fuerte, ser tu misma, la de antes, ser libre y salir de ahí. . Vas a ver que él llora, pero no porque te quiere, llora por la rabia de perderte, de perder al pilar emocional que le daba sentido y valor, sí, a él. Y lo peor que le puede pasar en la vida es darse cuenta de que te ha perdido.
Una cosa curiosa, es que las personas maltratadas no vuelven a tener otra relación pronto. Su experiencia durante años les advierte inconscientemente y tienen miedo de nuevo a empezar otra relación. La otra parte, sin embargo, como ha tenido buena experiencia, le has cuidado y venerado, se lanza sin problema a una nueva relación. Eso sí, la persona maltratada ya tiene una «antenita» para ver enseguida, ahora, quien sí y quien no. De ahí que muchas mujeres que han pasado por esto sigan sin pareja años después y no por falta de pretendientes.
Y, a partir de ahora, que ya decidiste lo más importante de tu vida, renacer, ya nada puede ser peor.
Está la justicia y la sociedad que aunque como he dicho al principio no tienen fácil ver esto, ni por esquemas, ni por roles aprendidos y, sobre todo, están las buenas personas que te quieren y te apoyan de verdad y tú misma, porque aunque nunca te lo han dicho: eres lo más bonito y lo más valioso que te va a ocurrir en la vida. Tú, dependes de tí misma, no de nadie.
Psicóloga clínica y sexóloga - 615224680
Comentarios
Publicar un comentario